Cómo limpiar y desinfectar un ascensor de forma correcta
Los ascensores son espacios cerrados en los que se debe incrementar la alerta para la prevención del COVID-19. En los ascensores existe un tránsito de personas que conviven en lugares diferentes y que encuentran en él un espacio de posible contacto con el virus.
Vamos a explicar cómo debe ser su limpieza y desinfección, evitando así que se conviertan en un foco de contagio del virus.
Método para desinfectar el ascensor
La limpieza y desinfección de un ascensor debe ser realizada por personal de limpieza, de mantenimiento o bien un portero que conozca el protocolo a seguir, es decir, los productos que se deben utilizar y cómo ha de hacerlo.
En cuanto a los productos, no deben cambiar en exceso respecto a los que se utilizaban anteriormente para limpiar. Si bien es cierto que resultará conveniente añadir algunas gotas de lejía para mejorar la desinfección y actuar más activamente frente al coronavirus. Es imprescindible conocer que la lejía no se puede mezclar con amoníaco, entre otros, porque puede producir una reacción fatal para quien lo aspire.
El número de veces que se desinfecta el ascensor no estará limitado en ningún caso. Deberá ser el máximo posible, pero dependerá de las circunstancias de cada edificio. Aunque puede variar, se recomienda proceder a la desinfección al menos una o dos veces por día.
Cuanto más repetida sea la limpieza, mayor confianza habrá para acceder a él a todo aquel que quiera utilizarlo. Habrá menos temor a poder ponerse en contacto con el virus.
No olvidar ninguna zona
Lo primero que se nos viene a la mente que se haya podido tocar son los botones, tanto el de pedir la apertura como el de seleccionar el piso. Se recomienda limpiar la zona del pulsador y el timbre con productos de desinfección, a los que se indica añadir alcohol. Aunque habrá que limpiarlos perfectamente, no será lo único a los que se debe prestar atención.
Las puertas también son una zona de mucho contacto ya que se suelen tocar al entrar o salir del ascensor. El suelo debe ser limpiado como el resto de las superficies del edificio. No hay que olvidar también limpiar a conciencia tanto las paredes como los espejos, si los hubiera.
En definitiva, ninguna zona debe quedar sin desinfectar, en todas ellas puede haber habido contacto de alguna persona al subir al ascensor. Será mejor extremar las precauciones que mantener la duda.